En América hay un dicho popular que recomienda no gastar balas con el pato cojo. De ahí viene lo de llamar “pato cojo” al presidente saliente de los EE.UU. No deberíamos, pues, gastar pólvora hablando del nefasto legado económico y político de George W. Bush, salvo a los efectos de subrayar que ha sido el factor decisivo a la hora de explicar la aplastante derrota sufrida por el candidato republicano McCain a manos del senador demócrata Obama.
No han sido las víctimas y los sufrimientos traídos por las guerras emprendidas por Bush en Irak y Afganistán, los referentes que más han pesado en la campaña. La clave ha sido la economía, los electores han castigado al candidato republicano por la desastrosa situación económica a la que ha llevado la política ultraliberal de la Administración Bush que endeudó al país hasta las orejas y no fue capaz de alertar el tsunami financiero que arrasó la banca y con ella los ahorros de millones de ciudadanos.
Hasta el hundimiento del banco Lehman Brothers, el senador Obama aventajaba en cinco puntos al senador McCain ,a partir del crash de Wall Street, la diferencia pasó a ser de diez puntos. Otra clave de la victoria de Obama ha sido su personalidad. Barack Obama es un hombre de verbo encendido, casi poético. Domina el arte de la oratoria y tiene hechuras de actor. Posee un físico muy bien articulado y una voz y una mirada que parecen hechas para triunfar en la televisión, medio que ha utilizado con profusión merced a los ingentes recursos económicos con los que ha contado su campaña.
El Obama político capaz de enfrentarse con determinación e ideas a situaciones complejas es todavía una incógnita -nunca tuvo responsabilidades de gobierno- pero el Barack Husein Obama flamante presidente electo de los Estados Unidos de América es una gran esperanza de cambio en la política unilateralista de Washington. Una esperanza para que los Estados Unidos de América, el gran país que es la moderna cuna de la democracia, se reconcilie con la mitad del mundo con la que están enfrentados por obra de la política de Georges Bush. Ni que decir tiene que la llegada a la Casa Blanca de un negro constituye un hito para la Historia. Es otra más de las novedades que apareja la gran victoria del senador Obama.