La crisis aumenta la “inseguridad” de las personas ante la pérdida de empleo o la imposibilidad de hacer frente a pagos adquiridos, lo que puede llevar a “conductas de riesgo”, como son la bebida o las drogas, y/o desembocar en trastornos psíquicos e incluso mentales, como la “depresión”, según alertó hoy el doctor Francisco J. Bueno, miembro del Consejo Asesor Científico Asesor de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA).
Francisco J.Bueno se pronunció en estos términos junto al profesor Santiago Grisolía, secretario de la FVEA, durante la presentación en rueda de prensa del I Encuentro ‘Sin salud mental, no hay salud’, que se celebrará el 19 y 20 de noviembre en Valencia, donde profesionales de la sanidad y la psiquiatría, así como estudiantes de psicología, farmacología, servicios sociales y medicina analizarán la situación actual para plantear soluciones.
El especialista señaló que el trabajo es “fundamental para la estabilidad” de las personas, por lo que en épocas de crisis se incrementan este tipo de trastornos, advirtió.
“La pérdida de seguridades, sobretodo económicas, producirá un incremento de las agresiones, ansiedad, nerviosismo, insomnio y todo ello abocará en depresión y a la larga, en enfermedades mentales”, agregó.
De hecho, “en la sociedad actual, agredida permanentemente por las drogas, por el hiperconsumo, etc., lamentablemente las personas son cada vez más vulnerables y hay que apelar un poco a la individualidad personal y potenciar el equilibrio de la persona y el esfuerzo personal, buscando el equilibrio de la salud mental”.
Así, insistió en “las inseguridades” como “amenaza” a la salud mental, y en este sentido, señaló que el tener necesidades básicas cubiertas otorga una gran seguridad de vida. En este punto J.Bueno señaló que, por ejemplo, para las personas inmigrantes, un factor muy importante es estar fuera de su país, porque buscan de “seguridades” en otro lugar.
Según explicó, los inmigrantes “llegan con ilusión y expectativas pero cuando pierden estas seguridades y empiezan los problemas de adaptación, a partir de ahí vienen los trastornos psíquicos, que pueden derivar en enfermedad mental”. Son “patologías emergentes”, puntualizó.
Para el experto, “la sociedad actual beneficia muy poco” a la salud mental, por lo que instó a la gente a preguntarse “¿qué hace usted por su salud mental?’. En concreto, indicó que el 1 por ciento de la población española sufre esquizofrenia, un 20 por ciento depresión, el 10 por ciento psicosis, al tiempo que el 80 por ciento de los menores de 18 años han consumido alcohol y el 30 por ciento de ellos de forma abusiva.
No obstante, a pesar de las cifras, lamentó que “no hay un correcto diagnóstico” de las enfermedades mentales, como tampoco un buen seguimiento ni tratamiento. Es más, son enfermedades que “se esconden” y que aunque, en muchas ocasiones con fármacos se controlan, “quien sabe cuando se dejan de tomar”.
Pocas camas y pocos centros específicos
Esta situación se vio agravada además, con la descentralización de los servicios de salud mental, indicó, por lo que reclamó un “incremento de los recursos de internamiento”. De hecho, denunció que “hay pocas camas hospitalarias y pocos centros específicos” para este tipo de patologías.
Del mismo modo, resaltó la necesidad de estudiar para “conocer la situación y el flujo real de enfermos”, puesto que gran parte de ellos permanecen en el ámbito familiar. Finalmente, abogó por “potenciar la ayuda domiciliaria que vele por el cumplimiento de los tratamientos” y siga la evolución de los enfermos.
En este contexto, las jornadas que darán comienzo el miércoles abordarán temas como la situación de la enfermedad mental tanto en España como en la Comunitat Valenciana desde el Padre Jofré hasta la Ley de la Dependencia, punto en el que J. Bueno señaló que el Gobierno la ha creado pero “no da dinero para las comunidades autónomas que han de aplicarla”, sostuvo.
Asimismo, el encuentro tratará la situación de las personas que viven en las calles, “a pesar de los albergues y servicios sociales valencianos”, dijo.
las ‘patologías emergentes’ que sufren los inmigrantes; los recursos con los que cuenta la Comunitat y su “apuesta más por la atención domiciliaria”; el tema de las drogas, cómo interviene la autoridad judicial en el internamiento de los enfermos mentales; o la salud mental en el trabajo, (estrés, acoso laboral, síndromes postraumáticos tras accidentes).
Además, también se reservará un espacio para los cuidadores, quienes “soportan una grandísima carga” atendiendo a personas dependientes, pero ‘quién cuida del cuidador’, planteará este encuentro.
