Marina carlos ruiz zafon sinopsis

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En una novela publicada por primera vez en España en 1999, Zafón (El Palacio de la Medianoche) transporta a los lectores a la Barcelona de 1979, donde Oscar Drai, de 15 años, vive una vida monótona en un internado. Hasta que conoce a una chica llamada Marina, que le lleva a un viejo cementerio donde una mujer encapuchada lleva a cabo un extraño ritual sobre una tumba sin nombre. Pronto descubren una retorcida historia de enfermedades hereditarias, asesinatos y horribles experimentos, todo ello ocurrido hace años y cuyas figuras centrales están muertas. ¿O lo están? Zafón es un maestro tanto del símil sutil (“Un sonido extraño palpitaba en la oscuridad. Un murmullo metálico, como el sonido de una persiana veneciana temblando”) y la imagen escandalosa: “La luz que se filtraba desde arriba revelaba el rostro de un arlequín. Dos formas de diamante cubrían sus ojos vidriosos, y colmillos de acero sobresalían de sus labios de madera pulida”. A nivel racional, el relato, como muchos thrillers góticos, es absurdo, pero los lectores nunca tienen tiempo para pensar racionalmente. Los inverosímiles descubrimientos en misteriosas mansiones semiderruidas se alternan con secuencias de acción que estremecen la mente para crear un esperpento que hará las delicias de los aficionados al terror. A partir de 12 años. (Julio)

la sombra del viento

Marina es una novela que pertenece a la ficción juvenil del escritor español Carlos Ruiz Zafón. Fue publicada en 1999 por la editorial Edebé y reeditada en febrero de 2017 con lo que suma aproximadamente trece ediciones. Quizás, Marina sea la novela más indefinible e imposible de clasificar entre los libros de Carlos Ruiz Zafón. Y, según las palabras del escritor, probablemente sea la más personal de sus obras[1][2].

Marina es una historia de misterio sobrenatural que se desarrolla en Barcelona. Los protagonistas encuentran muchas pistas, descubren lugares misteriosos, mansiones y jardines abandonados, consiguen papeles anónimos, realizan entrevistas. Y, finalmente, llegan a confesiones de personajes menores que se convierten en herramientas favoritas de Carlos Ruiz Zafón para “desatascar” la trama. La novela se asoma a la autoinvestigación, a la justa Bildungsroman, al florecimiento del amor y su difícil gestión, y a la melancolía que provoca la fidelidad. The Guardian calificó el estilo narrativo de Zafón de “simplemente hermoso”[3].