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Un informe de los fideicomisarios de la Seguridad Social y de Medicare señala que habrá que recortar las prestaciones en 2034 -un año antes de lo previsto- si el Congreso no resuelve el déficit de financiación a largo plazo del programa. Si el Congreso no hace nada, los fondos fiduciarios combinados de la Seguridad Social sólo podrán pagar el 78% de las prestaciones prometidas a los jubilados y beneficiarios discapacitados. Algunas noticias sitúan el porcentaje más cerca del 75%.
No hay ningún misterio en cuanto a por qué los fondos están desapareciendo antes de lo esperado. No hay más que ver la recesión económica del año pasado causada por la pandemia, que contribuyó a una gran caída del empleo que se tradujo en una disminución de los ingresos procedentes de los impuestos sobre las nóminas.
La Seguridad Social es un pilar de los medios económicos de los estadounidenses de edad avanzada y, considerado durante mucho tiempo como el “tercer raíl” de la política estadounidense, un sistema que los estadounidenses valoran mucho incluso cuando se enfrenta a un futuro incierto.
La clave actuarial del programa de la Seguridad Social es mantener un equilibrio positivo entre los que trabajan y envían dinero al sistema, y los que se jubilan y sacan dinero del sistema. La demografía está trabajando en contra de este proceso. La enorme generación del baby boom está llegando a la edad de jubilación (muchos ya la han alcanzado), las personas mayores viven más tiempo y hay menos jóvenes que se incorporan a la población activa para contribuir al sistema. El exceso de dinero se ha depositado en un fondo fiduciario a lo largo de los años, y el sistema tendrá que empezar a recurrir a estos fondos dentro de uno o dos años. Según las estimaciones oficiales, en 2035 el fondo fiduciario se habrá agotado y habrá que recortar las prestaciones si no se toman otras medidas. Como concluyó recientemente The New York Times: “Se acerca una crisis de lento movimiento para la Seguridad Social, que amenaza con socavar un pilar central en la jubilación de decenas de millones de estadounidenses”.
Durante años, la Administración de la Seguridad Social ha hecho un trabajo bastante deficiente a la hora de informar a los estadounidenses de la cantidad que probablemente recibirán en prestaciones de la Seguridad Social. Pero me complace decir que la agencia acaba de reemplazar su Declaración de Seguridad Social de cuatro páginas, llena de texto, por una versión rediseñada, más útil y visual, de dos páginas.
Por ello, le recomiendo encarecidamente que visite el sitio web de la Seguridad Social para ver la información vital y clara para la seguridad de su jubilación. Para ello, deberá visitar su “mi cuenta de la Seguridad Social” en el sitio o crear una. De lo contrario, sólo podrá ver su declaración cuando le llegue por correo una vez que haya cumplido los 60 años. (Sólo 63 millones de estadounidenses tienen mi Cuenta de la Seguridad Social, aunque 176 millones de trabajadores pagan impuestos al programa de la Seguridad Social).
“El Estado de Cuenta está simplificado y contiene mensajes claros y facilita la búsqueda de información de un vistazo”, me dijo el comisario interino de la Administración de la Seguridad Social, Kilolo Kijakazi. “Así que esperamos que esto ayude a simplificar lo que pueden ser programas complejos para el público”.
Los beneficiarios de las prestaciones de la Seguridad Social recibirán un aumento el próximo año. Las prestaciones de la Seguridad Social y de la Seguridad de Ingreso Suplementario tendrán su mayor aumento desde la década de 1980, según un anuncio de la Administración de la Seguridad Social. Aproximadamente 70 millones de estadounidenses verán un aumento, empezando por unos 8 millones de beneficiarios de la Seguridad Social el 30 de diciembre de 2021, y el resto en enero de 2022.Este ajuste por el coste de la vida, o COLA, aumentará los pagos en un 5,9%. Los jubilados recibirán unos 92 dólares más al mes o 1.104 dólares más al año. El aumento de la inflación y su repercusión en el precio de los bienes de consumo en EE.UU. impulsan el incremento, que es considerablemente superior al aumento medio anual del 1,6% de los últimos 10 años. El coste de los bienes y servicios ha subido un 5,4% desde el pasado mes de septiembre, según el índice de precios al consumo de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
