Que son los calculos renales

Alimentos que provocan cálculos renales

Aproximadamente una de cada diez personas tendrá un cálculo renal en algún momento de su vida, según la Fundación Nacional del Riñón, y los cálculos se producen con el doble de frecuencia en los hombres. Los cálculos renales se han vuelto más comunes durante las últimas dos décadas. Este aumento podría deberse al incremento simultáneo de la obesidad, que es un factor de riesgo potencial de cálculos renales.

Los cálculos renales se forman cuando los minerales y las sales de la sangre crean concreciones duras dentro de los riñones. Normalmente, los riñones filtran estos materiales, pero cuando las concentraciones son elevadas o cuando los riñones están sobrecargados o no funcionan con normalidad, las sustancias pueden acumularse y “agruparse”, formando cristales afilados. Los cálculos muy pequeños pueden eliminarse solos al orinar. Pero a veces, los cristales se atascan, y es entonces cuando suelen empezar los síntomas.

Los cálculos renales más grandes suelen provocar síntomas importantes casi de inmediato. En el caso de los cálculos más pequeños, los síntomas pueden ser menos evidentes y más difíciles de discernir. Si tiene un cálculo renal, es esencial que reciba atención médica inmediata para evitar complicaciones. A continuación se presenta una lista de algunos de los síntomas más comunes de los cálculos renales a los que hay que prestar atención.

Cuáles son los primeros síntomas de los cálculos renales

Los riñones eliminan los residuos y el líquido de la sangre para producir orina (pis). A veces, cuando hay demasiados desechos y poco líquido en la sangre, estos desechos pueden acumularse y pegarse en los riñones. Estos cúmulos de residuos se denominan cálculos renales.

Normalmente, los riñones eliminan los residuos de la sangre para producir orina (pis). Cuando hay demasiados residuos en la sangre y el cuerpo no produce suficiente orina, empiezan a formarse cristales en los riñones. Estos cristales atraen a otros desechos y sustancias químicas para formar un objeto sólido (un cálculo renal) que aumentará de tamaño a menos que se elimine del cuerpo con la orina. Los cálculos renales pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf.

Cualquiera puede tener un cálculo renal, pero algunas personas son más propensas que otras a tenerlos. Los hombres tienen cálculos renales con más frecuencia que las mujeres. Los cálculos renales también son más frecuentes en personas blancas no hispanas que en personas de otras etnias. También es más probable que tenga cálculos renales si:

El tratamiento de los cálculos renales depende del tamaño del cálculo, de su composición, de si causa dolor y de si bloquea las vías urinarias. Para responder a estas preguntas y determinar el tratamiento adecuado para usted, su médico puede pedirle que se haga un análisis de orina, un análisis de sangre, una radiografía y/o una tomografía computarizada. La tomografía computarizada utiliza a veces un medio de contraste. Si alguna vez ha tenido problemas con el medio de contraste, asegúrese de comunicárselo a su médico antes de someterse al TAC.

Cómo tratar los cálculos renales

Un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón a partir de sustancias presentes en la orina. Puede ser tan pequeño como un grano de arena o tan grande como una perla. La mayoría de los cálculos renales se eliminan sin ayuda del médico. Pero a veces un cálculo no desaparece. Puede quedarse atascado en el tracto urinario, bloquear el flujo de orina y causar un gran dolor.

Si tiene un cálculo que no desaparece por sí solo, puede necesitar tratamiento. Puede hacerse con ondas de choque; con un endoscopio introducido a través del tubo que lleva la orina fuera del cuerpo, llamado uretra; o con cirugía.

De qué están hechos los cálculos renales

Los cálculos renales son objetos duros, formados por millones de cristales diminutos. La mayoría de los cálculos renales se forman en la superficie interior del riñón, donde la orina sale del tejido renal y entra en el sistema colector urinario. Los cálculos renales pueden ser pequeños, como una piedrecita o un grano de arena, pero a menudo son mucho más grandes.

La función de los riñones es mantener el equilibrio corporal de agua, minerales y sales. La orina es el producto de este proceso de filtrado. En determinadas condiciones, las sustancias normalmente disueltas en la orina, como el calcio, el oxalato y el fosfato, se concentran demasiado y pueden separarse en forma de cristales. Un cálculo renal se produce cuando estos cristales se adhieren entre sí, acumulándose en una pequeña masa, o piedra.

A la mayoría de las personas se les diagnostica un cálculo renal tras la aparición de un dolor insoportable e inolvidable. Este dolor intenso se produce cuando el cálculo renal se desprende del lugar donde se formó, la papila renal, y cae en el sistema colector urinario. Cuando esto ocurre, el cálculo puede bloquear el drenaje de la orina desde el riñón, una condición conocida como cólico renal. El dolor puede comenzar en la parte baja de la espalda y desplazarse hacia el costado o la ingle. Otros síntomas pueden ser sangre en la orina (hematuria), infecciones urinarias frecuentes o persistentes, urgencia o frecuencia urinaria y náuseas o vómitos.