Como se producen los sueños

Por qué tenemos pesadillas

Un sueño es una sucesión de imágenes, ideas, emociones y sensaciones que suelen producirse de forma involuntaria en la mente durante ciertas etapas del sueño[1]. Los seres humanos pasan unas dos horas soñando por noche,[2] y cada sueño dura entre 5 y 20 minutos[3].

El contenido y la función de los sueños han sido un tema de interés científico, filosófico y religioso a lo largo de la historia. La interpretación de los sueños, practicada por los babilonios en el tercer milenio a.C.[4] e incluso antes por los antiguos sumerios,[5][6] ocupa un lugar destacado en los textos religiosos de varias tradiciones y ha desempeñado un papel principal en la psicoterapia[7][8] El estudio científico de los sueños se denomina onirología[9] La mayor parte de los estudios modernos sobre los sueños se centran en la neurofisiología de los mismos y en la propuesta y comprobación de hipótesis sobre su función. No se sabe en qué parte del cerebro se originan los sueños, si hay un único origen para los sueños o si están implicadas múltiples regiones del cerebro, o cuál es el propósito de los sueños para el cuerpo o la mente.

Sueño lúcido

Durante siglos se ha reflexionado sobre el significado de los sueños. Las primeras civilizaciones consideraban los sueños como un medio entre nuestro mundo terrenal y el de los dioses. De hecho, los griegos y los romanos estaban convencidos de que los sueños tenían ciertos poderes proféticos. Aunque siempre ha habido un gran interés por la interpretación de los sueños humanos, no fue hasta finales del siglo XIX cuando Sigmund Freud y Carl Jung expusieron algunas de las teorías modernas más conocidas sobre los sueños. La teoría de Freud se centraba en la noción de anhelo reprimido, es decir, la idea de que el sueño nos permite ordenar los deseos no resueltos y reprimidos. Carl Jung (que estudió con Freud) también creía que los sueños tenían importancia psicológica, pero propuso diferentes teorías sobre su significado.

Desde entonces, los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de otras teorías. Una de las principales teorías neurobiológicas sobre los sueños es la “hipótesis de la activación-síntesis”, que afirma que los sueños no significan nada en realidad: son meros impulsos eléctricos del cerebro que extraen pensamientos e imágenes al azar de nuestra memoria. Según esta teoría, los seres humanos construyen historias oníricas después de despertarse, en un intento natural de dar sentido a todo ello. Sin embargo, dada la amplia documentación sobre los aspectos realistas de los sueños humanos, así como las pruebas experimentales indirectas de que otros mamíferos, como los gatos, también sueñan, los psicólogos evolutivos han teorizado que soñar realmente tiene un propósito. En concreto, la “teoría de la simulación de la amenaza” sugiere que el sueño debe considerarse un antiguo mecanismo de defensa biológico que proporciona una ventaja evolutiva por su capacidad de simular repetidamente posibles acontecimientos amenazadores, lo que mejora los mecanismos neurocognitivos necesarios para percibir y evitar eficazmente las amenazas.

Psicología de los sueños

Un sueño es una sucesión de imágenes, ideas, emociones y sensaciones que suelen producirse de forma involuntaria en la mente durante ciertas etapas del sueño[1]. Los seres humanos pasan unas dos horas soñando por noche,[2] y cada sueño dura entre 5 y 20 minutos[3].

El contenido y la función de los sueños han sido un tema de interés científico, filosófico y religioso a lo largo de la historia. La interpretación de los sueños, practicada por los babilonios en el tercer milenio a.C.[4] e incluso antes por los antiguos sumerios,[5][6] ocupa un lugar destacado en los textos religiosos de varias tradiciones y ha desempeñado un papel principal en la psicoterapia[7][8] El estudio científico de los sueños se denomina onirología[9] La mayor parte de los estudios modernos sobre los sueños se centran en la neurofisiología de los mismos y en la propuesta y comprobación de hipótesis sobre su función. No se sabe en qué parte del cerebro se originan los sueños, si hay un único origen para los sueños o si están implicadas múltiples regiones del cerebro, o cuál es el propósito de los sueños para el cuerpo o la mente.

Qué parte del cerebro controla los sueños y las pesadillas

“Las investigaciones sugieren que el contenido de los sueños puede ser extraño porque la corteza prefrontal del cerebro no se activa mientras soñamos”, dice. “El córtex prefrontal está asociado al razonamiento de alto nivel. Cuando esa parte del cerebro no se activa, la mente no se da cuenta de que las actividades oníricas, como atravesar paredes, no son posibles”.

Si tiene pesadillas con frecuencia que perjudican su bienestar social, laboral, emocional o físico, el Dr. Butler recomienda acudir a su médico de cabecera o ser derivado a un médico especialista en sueño.

“Normalmente, nuestras funciones motoras se paralizan durante el sueño REM, pero con este trastorno, las personas pueden representar sueños violentos dando puñetazos, golpes o patadas, lo que les pone a ellos y a su compañero de cama en riesgo de sufrir lesiones”, dice el Dr. Butler. “Este trastorno también se ha asociado a la enfermedad de Parkinson y los síntomas a veces pueden preceder al deterioro cognitivo en una década o más”.

“Si te despiertas durante el sueño REM, es más probable que recuerdes el contenido de tu sueño”, dice el Dr. Butler. “Las personas también tienden a recordar los sueños que tienen más contenido negativo o emociones negativas frente al contenido agradable o benigno”.