Bombillas que no se funden

Bombilla incandescente

Un problema eléctrico común -y frustrante- con el que se encuentran muchos propietarios es una bombilla que se funde continuamente sin motivo aparente. La atenuación y el parpadeo de las luces pueden estar relacionados con un problema puntual, como una subida de tensión repentina o un cable eléctrico caído a causa de una tormenta, pero los problemas constantes de las bombillas que se funden pueden ser un indicio de un problema eléctrico más grave.

La vida útil de la mayoría de las bombillas incandescentes es de unas 900 horas, lo que equivale a unos 4 meses dependiendo de la frecuencia de uso. En cambio, las bombillas LED pueden durar hasta 50.000 horas. Si tus bombillas LED se funden cada pocas semanas o meses, es una señal inequívoca de que algo va mal en tu sistema eléctrico.

Utilizar una bombilla de mayor potencia que la recomendada para un determinado aparato de iluminación no sólo daña la bombilla, sino que también crea un grave peligro de incendio. Si la potencia de la bombilla supera la máxima recomendada para el aparato o la instalación, la bombilla generará demasiado calor y hará que el filamento se queme. En el peor de los casos, ese exceso de calor provocará un incendio en la casa.

Qué hacer con las bombillas led fundidas

La Centennial Light es la bombilla más duradera del mundo, ya que lleva encendida desde 1901 y casi nunca se apaga. Se encuentra en el 4550 de East Avenue, Livermore, California, y es mantenida por el Departamento de Bomberos de Livermore-Pleasanton[1]. Debido a su longevidad, la bombilla ha sido señalada por el Libro Guinness de los Récords Mundiales,[2] Ripley’s Believe It or Not! y General Electric[3].

La Centennial Light era originalmente una bombilla de 30 vatios[4] (o 60 vatios[5]), pero ahora es muy tenue y emite más o menos la misma luz que una lámpara de noche de 4 vatios[4][6] La bombilla común de filamento de carbono soplada a mano fue inventada por Adolphe Chaillet, un ingeniero francés que registró una patente para esta tecnología. [7] Fue fabricada en Shelby, Ohio, por la Shelby Electric Company a finales de la década de 1890;[5] todavía existen muchas como ésta y pueden encontrarse en funcionamiento[8] Según Zylpha Bernal Beck, la bombilla fue donada al Cuerpo de Bomberos por su padre, Dennis Bernal, en 1901[5] Bernal era propietario de la Livermore Power and Water Company y donó la bombilla al parque de bomberos cuando vendió la empresa. Esta historia ha sido apoyada por los bomberos voluntarios de la época[9].

La bombilla se funde inmediatamente

Las razones más comunes por las que las bombillas LED se funden son el alto voltaje, los contactos defectuosos, el uso de un interruptor de regulación incompatible o la iluminación empotrada. Otras causas son el sobrecalentamiento debido a que no se utilizan los accesorios adecuados, o simplemente un lote de bombillas en mal estado.

En caso de que todo lo anterior falle, recomiendo cambiar de marca para encontrar la bombilla correcta, ya que algunas bombillas simplemente no tienen suficiente soldadura en la base de la bombilla para que ésta se conecte con la pestaña del casquillo.

Si la lengüeta del casquillo parece estar bien, comprueba si hay puntos de contacto corroídos o desgastados. Las conexiones habitualmente sueltas causadas por la corrosión, ya sea en el casquillo o con las conexiones de los cables, pueden quemar la bombilla rápidamente y causar parpadeos.

Supongamos que ha probado todo lo anterior y cree que el problema es en realidad que las conexiones de los cables están sueltas. En ese caso, puede comprobar el cableado eléctrico de las luminarias. Para ello, puede seguir estos sencillos pasos:

Cuando hayas comprobado los enchufes, las conexiones del cableado y todo lo demás en tu casa, puede que sólo se trate de tu bombilla LED defectuosa. No te desanimes, ya que hay una forma de reducir costes y ahorrarte algunos viajes a la ferretería. Sigue leyendo para saber más.

Halógeno

Comprar bombillas puede parecer una tarea sencilla, pero en realidad hay que tener en cuenta varios factores. Hay varios tipos principales de bombillas: las LED, duraderas y energéticamente eficientes, las incandescentes, económicas pero efímeras, y las CFL, intermedias (tanto en términos de coste como de eficiencia energética).

Independientemente del tipo de bombilla que compres, ten en cuenta qué temperatura de color quieres en tu casa. El blanco suave, la luz diurna y el blanco brillante son las categorías habituales en las que se encuadran las bombillas y que ofrecen diferentes niveles de iluminación y ambiente. Además, comprueba la potencia de la bombilla para adaptarla a tu instalación y asegurarte de que proporcionará la luz suficiente para el entorno o la tarea que tienes en mente.

Si quieres apostar por la última tecnología, opta por las LED, que son las siglas de “light emitting diode”. Antes, estas bombillas eran sólo para lámparas especiales, pero hoy en día pueden encajar en el conector de rosca estándar que tienen la mayoría de las lámparas y portalámparas.