Que es el desarrollo motor

El desarrollo socio-emocional…

Antecedentes: Los cambios en el desarrollo motor proporcionan a los niños nuevas oportunidades de aprendizaje para interactuar con los objetos, con su entorno y con sus cuidadores. Investigaciones anteriores han demostrado que tanto la motricidad gruesa como la fina predicen los resultados posteriores del lenguaje en la primera infancia y la niñez. Sin embargo, la motricidad gruesa y la fina permiten diferentes tipos de interacción. Por lo tanto, las habilidades motoras gruesas y finas pueden diferir potencialmente en las trayectorias de desarrollo a través de las cuales pueden producirse cambios en cascada en el lenguaje. El objetivo del presente estudio fue investigar si existen diferencias en las capacidades de predicción de las habilidades motoras gruesas y finas hacia los resultados del lenguaje a través de la infancia y la niñez temprana en el desarrollo típico.

Método: Se realizó una revisión sistemática de la literatura existente sobre las cascadas motoras y del lenguaje en los estudios que miden la motricidad gruesa y/o fina y el desarrollo del lenguaje en niños de 0 a 5 años. Se realizaron búsquedas en PsycINFO, PubMed y MEDLINE. Las palabras clave utilizadas fueron una combinación de “motricidad gruesa”, “motricidad fina”, “rendimiento motor”, “desarrollo motor” o “desarrollo psicomotor” junto con “lenguaje”, “desarrollo del lenguaje” o “habilidades de comunicación”. Dos revisores independientes revisaron los resúmenes y los textos completos según los criterios de inclusión y exclusión.

Cuadro de desarrollo de la motricidad

El desarrollo de la motricidad gruesa afecta a los grandes músculos de los brazos, las piernas y el torso. Las actividades de motricidad gruesa son importantes para las actividades físicas cotidianas, como caminar, correr, lanzar, levantar, dar patadas, etc. La motricidad gruesa también es la base de la motricidad fina y está relacionada con la conciencia corporal, la velocidad de reacción, el equilibrio y la fuerza. Obtenga más información sobre todos los hitos del desarrollo según la edad.

Esta información es una guía general para ayudarle a determinar si su hijo está progresando al ritmo esperado para su edad. Tenga en cuenta que cada niño es único y desarrolla sus habilidades a su propio ritmo.

Según la Asociación Americana del Corazón, se recomienda una dosis diaria de al menos 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa para los niños de seis a diecisiete años. La Academia Americana de Pediatría recomienda que los bebés y niños pequeños realicen 180 minutos de actividad repartidos a lo largo del día. Se sugiere incorporar tanto el juego estructurado como el no estructurado a lo largo del día.

Desarrollo motor en los bebés

Una habilidad motora es una función que implica movimientos específicos de los músculos del cuerpo para realizar una tarea determinada. Estas tareas pueden incluir caminar, correr o incluso montar en bicicleta. Para llevar a cabo esta habilidad, el sistema nervioso, los músculos y el cerebro del cuerpo tienen que trabajar juntos. [1] El objetivo de la habilidad motora es optimizar la capacidad de realizar la habilidad con la tasa de éxito, la precisión y reducir el consumo de energía necesario para el rendimiento. El rendimiento es el acto de ejecutar una habilidad o tarea motora. La práctica continua de una habilidad motora específica dará lugar a una mejora considerable del rendimiento, lo que conduce al aprendizaje motor. El aprendizaje motor es un cambio relativamente permanente en la capacidad de realizar una habilidad como resultado de la práctica continua o la experiencia.

Tanto la motricidad gruesa como la fina pueden debilitarse o dañarse. Algunas de las razones de estas deficiencias pueden ser causadas por una lesión, una enfermedad, un accidente cerebrovascular, deformidades congénitas (un cambio anormal en el tamaño o la forma de una parte del cuerpo al nacer),[4] parálisis cerebral y discapacidades del desarrollo. Los problemas en el cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos, los músculos o las articulaciones también pueden afectar a estas habilidades motoras y disminuir su control[5].

Habilidad motriz fina

Los niños crecen y se desarrollan rápidamente durante los primeros años de vida, explorando su mundo de forma más independiente, mejorando su coordinación y haciendo más cosas por sí mismos. Hay muchas maneras de ayudar a tu hijo a desarrollar sus habilidades motoras finas y gruesas (movimiento).

La motricidad fina hace intervenir los músculos más pequeños de las manos y los dedos para que el niño pueda agarrar, sostener y pellizcar. Por ejemplo, coger la comida, sujetar un lápiz o abrocharse una camisa son actividades que requieren una motricidad fina. Los niños desarrollan la motricidad fina para aprender a cuidarse y, finalmente, a escribir.

Aunque todos los niños se desarrollan a su propio ritmo, alcanzan algunos hitos dentro de ciertos rangos de edad. Por ejemplo, los bebés empiezan a agarrar objetos con las manos (pero no necesariamente con los pulgares) entre los 5 y los 6 meses. Suelen empezar a jugar con juguetes de mano entre los 6 y los 12 meses.

Hacia los 18 meses, la mayoría de los niños pequeños intentan adquirir habilidades más complejas, como utilizar un lápiz o un crayón o beber de una taza de forma independiente. A los 24 meses (2 años) su hijo puede mostrar preferencia por una mano sobre la otra.