Para que sirven las leyes

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La Ley Fundamental o “Grundgesetz” es la constitución de la República Federal de Alemania. Incluye los derechos más fundamentales que determinan el modo de organizar la sociedad en Alemania. Ninguna otra ley puede contradecir la Ley Fundamental. Por ejemplo, la Ley de Asilo o el Derecho Penal no pueden contener disposiciones que entren en conflicto con la Ley Fundamental. La Ley Fundamental es el cuerpo legal más importante de Alemania, por lo que está por encima de todos los demás.

Establecida en Alemania Occidental en 1949, la Ley Fundamental se aplica en toda Alemania desde la reunificación de 1990. Muchos de los principios incluidos son consecuencia de las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura nacionalsocialista entre 1933 y 1945. Los derechos fundamentales ocupan un lugar central en la Ley Fundamental para garantizar que las atrocidades de la época nazi no puedan repetirse.

El artículo 1 es el más crítico de la Ley Fundamental. Todos los demás derechos fundamentales están relacionados con este artículo, según el cual la vida de todos es valiosa y la dignidad de cada individuo (joven o viejo, pobre o rico, ciudadano alemán o refugiado) debe ser protegida.

fuentes del derecho

Iustitia (“Señora Justicia”) es una personificación simbólica del poder coercitivo de un tribunal: una espada que representa la autoridad del Estado, una balanza que representa una norma objetiva y una venda que indica que la justicia debe ser imparcial[1].

Pero, después de todo, ¿qué es una ley? Cuando digo que el objeto de las leyes es siempre general, quiero decir que el derecho considera a los sujetos en masa y a las acciones en abstracto, y nunca a una persona o acción en particular. Desde este punto de vista, vemos enseguida que ya no se puede preguntar a quién corresponde hacer las leyes, puesto que son actos de la voluntad general; ni si el príncipe está por encima de la ley, puesto que es un miembro del Estado; ni si la ley puede ser injusta, puesto que nadie es injusto consigo mismo; ni cómo podemos ser a la vez libres y sujetos a las leyes, puesto que no son más que registros de nuestras voluntades.

Ha habido varios intentos de elaborar “una definición universalmente aceptable del derecho”. En 1972, el barón Hampstead sugirió que no se podía elaborar tal definición[30]. McCoubrey y White dijeron que la pregunta “¿qué es el derecho?” no tiene una respuesta sencilla[31]. Glanville Williams dijo que el significado de la palabra “derecho” depende del contexto en el que se utiliza esa palabra. Dijo que, por ejemplo, el “derecho consuetudinario primitivo” y el “derecho municipal” eran contextos en los que la palabra “derecho” tenía dos significados diferentes e irreconciliables[32] Thurman Arnold dijo que es obvio que es imposible definir la palabra “derecho” y que también es igualmente obvio que no se debe abandonar nunca la lucha por definir esa palabra[33] Es posible adoptar la opinión de que no es necesario definir la palabra “derecho” (por ejemplo, “olvidémonos de las generalidades y vayamos a los casos”)[34].

qué es el derecho en general

La ley afecta a casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Tenemos leyes que se ocupan de delitos como el robo y el asesinato. Y tenemos leyes que regulan actividades como conducir un coche, conseguir un trabajo y casarse. Las leyes nos dan normas de conducta que protegen los derechos de todos.

Las leyes son normas elaboradas por el gobierno que prohíben ciertas acciones y que son aplicadas por los tribunales. Las leyes se aplican a todos por igual. Si infringes una ley, puedes tener que pagar una multa, pagar por el daño que has hecho o ir a la cárcel.

Imagina el caos -y el peligro- si no hubiera leyes. Los más fuertes tendrían el control y la gente viviría con miedo. Los conductores podrían elegir por qué lado de la calle circular y nadie podría detenerlos. Imagina intentar comprar y vender bienes si nadie tuviera que cumplir las promesas. O intentar conservar tus bienes personales o incluso mantenerte a salvo si no hubiera leyes contra el robo o la agresión.

Incluso en una sociedad bien ordenada, la gente no está de acuerdo y surgen conflictos. La ley proporciona una forma de resolver las disputas de forma pacífica. Si dos personas reclaman la misma propiedad, en lugar de pelearse recurren a la ley. Los tribunales pueden decidir quién es el verdadero propietario y cómo proteger sus derechos.

objetivo y función de la ley

Iustitia (“Señora Justicia”) es una personificación simbólica del poder coercitivo de un tribunal: una espada que representa la autoridad del Estado, una balanza que representa una norma objetiva y una venda que indica que la justicia debe ser imparcial[1].

Pero, después de todo, ¿qué es una ley? Cuando digo que el objeto de las leyes es siempre general, quiero decir que el derecho considera a los sujetos en masa y a las acciones en abstracto, y nunca a una persona o acción en particular. Desde este punto de vista, vemos enseguida que ya no se puede preguntar a quién corresponde hacer las leyes, puesto que son actos de la voluntad general; ni si el príncipe está por encima de la ley, puesto que es un miembro del Estado; ni si la ley puede ser injusta, puesto que nadie es injusto consigo mismo; ni cómo podemos ser a la vez libres y sujetos a las leyes, puesto que no son más que registros de nuestras voluntades.

Ha habido varios intentos de elaborar “una definición universalmente aceptable del derecho”. En 1972, el barón Hampstead sugirió que no se podía elaborar tal definición[30]. McCoubrey y White dijeron que la pregunta “¿qué es el derecho?” no tiene una respuesta sencilla[31]. Glanville Williams dijo que el significado de la palabra “derecho” depende del contexto en el que se utiliza esa palabra. Dijo que, por ejemplo, el “derecho consuetudinario primitivo” y el “derecho municipal” eran contextos en los que la palabra “derecho” tenía dos significados diferentes e irreconciliables[32] Thurman Arnold dijo que es obvio que es imposible definir la palabra “derecho” y que también es igualmente obvio que no se debe abandonar nunca la lucha por definir esa palabra[33] Es posible adoptar la opinión de que no es necesario definir la palabra “derecho” (por ejemplo, “olvidémonos de las generalidades y vayamos a los casos”)[34].