La huella de un recuerdo

huellas de la memoria capítulo 1

Sola en un bosque ajeno, sin memoria. La chica se despierta, en un entorno sin recuerdos, y descubre que está herida, con la bata sucia y desgarrada. Lo que ha sucedido para llevarla a esta situación es un misterio. Además, no sabe quién es.Al encontrar a una damisela en apuros en sus terrenos, el conde de Wytham acude rápidamente al rescate. Sin embargo, Charles no puede

Sola en un bosque ajeno, sin memoria. La chica se despierta, en un entorno que no recuerda, y descubre que está herida y que su vestido está sucio y desgarrado. Lo que ha sucedido para llevarla a esta situación es un misterio. Además, no sabe quién es.Al encontrar a la damisela en apuros en sus terrenos, el conde de Wytham acude rápidamente al rescate. Sin embargo, Charles no puede librarse de la sospecha de que se trata de una estratagema más para convencerle de que se case con ella.A medida que Elaine -llamada así a falta de otro nombre- va recuperando retazos de su pasado, se acumulan las preguntas. ¿Está casada o es simplemente una amante? ¿Por qué nadie ha venido a reclamarla? Convencida de que no es libre, Elaine no se atreve a dar rienda suelta a su corazón. ¿Podrá Charles superar sus dudas y dar rienda suelta a su creciente atracción por Elaine? ¿O la verdad llegará demasiado tarde?

teoría del rastro de la memoria

Cuando Legión se alistó como soldado no esperaba acabar como amo de una isla privada. Tampoco esperaba acobardarse en antiguos fosos druidas… ni luchar por su vida en la gran sala de Okk-Hamiloth, en un planeta situado a galaxias de distancia. Un rastro de memoria es una alucinante historia de aventuras sin pausa en la que pensarás mucho después de terminar de leerla. Keith Laumer fue un autor de éxito que fue nominado a los premios Hugo y Nebula. Antes de convertirse en escritor de ciencia ficción, Laumer fue oficial de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos y diplomático en el Servicio Exterior, lo que añade una nota de realismo a muchas de sus historias. Una de las verdaderas luminarias de la ciencia ficción.

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wikipedia

El estudio de la memoria se encuentra actualmente en la vanguardia de la neurociencia: ¿cómo almacena el cerebro los recuerdos a lo largo de toda nuestra vida y recupera recuerdos específicos en función del entorno, el estado de ánimo o la atención? Se cree que la memoria se almacena, en parte, en una zona del cerebro llamada lóbulo temporal medial (MTL). Dentro de esta zona, se han encontrado células cerebrales en una región más pequeña, llamada corteza entorrinal, que son más activas eléctricamente en regiones específicas del entorno físico, formando un patrón de actividad similar a una cuadrícula. Por ello se las denominó “células reticulares”. El Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 2014 fue concedido a los científicos que descubrieron estas, y otras células similares. Sin embargo, el papel de estas células reticulares en la memoria no está claro. Recientemente, científicos de la Universidad de Columbia, con otros colaboradores, han descubierto una nueva clase de células en el córtex entorrinal que podría ayudar a los neurocientíficos a entender el vínculo entre la navegación y la memoria.

El tema de la memoria es de gran interés en la neurociencia y tiene potencial para influir en la medicina, la bioingeniería y la informática. Por supuesto, la degradación de los sistemas de memoria con la edad y en enfermedades como el Alzheimer es una de esas aplicaciones para la medicina, y la identificación de las células de esta región del cerebro -que se ha demostrado que se ve afectada en las primeras etapas de los pacientes con Alzheimer- sugiere que podría ser una importante diana terapéutica. En la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, el almacenamiento de múltiples “memorias” ha sido a menudo problemático: añadir una nueva memoria tiende a borrar las anteriores o a impedir que se acceda a ellas correctamente. Entender cómo el cerebro logra esa tarea podría ayudar a los informáticos a construir arquitecturas más creativas para las que esto ya no sea un problema. Todavía queda mucho por aprender sobre el sistema de memoria de nuestro cerebro, pero este descubrimiento nos acerca a conocer cómo recordamos.

teoría de la huella múltiple

Piensa en la primera vez que conociste a tu compañero de cuarto en la universidad. Probablemente estabas nervioso, hablabas un poco más alto de la cuenta y te reías demasiado. ¿Qué más te trae a la mente ese recuerdo? ¿La comida que compartisteis después? ¿Los compañeros de habitación que conociste esa noche? Los recuerdos engendran recuerdos, y en cuanto piensas en uno, piensas en más. Ahora los neurocientíficos están empezando a entender por qué.

Cuando dos acontecimientos se suceden en poco tiempo, se sienten de alguna manera ligados el uno al otro. Resulta que ese aparente vínculo tiene una manifestación física en nuestro cerebro, como describen investigadores del Hospital para Niños Enfermos de Toronto (SickKids), la Universidad de Toronto y la Universidad de Stanford en la revista Science de esta semana. “Intuitivamente sabemos que nuestra memoria tiene una estructura”, afirma el neurocientífico Paul Frankland, afiliado a la Universidad de Toronto y al SickKids. “Estos experimentos están empezando a arañar la superficie de cómo se vinculan los recuerdos en el cerebro”.

En su cerebro, y en el de los ratones de laboratorio, los recuerdos se representan físicamente como conjuntos de neuronas con conexiones reforzadas entre sí. Estos grupos de células conectadas se conocen como engramas, o rastros de memoria. Cuando un ratón recibe un ligero golpe en la pata en una jaula determinada, se forma un engrama que codifica el recuerdo de ese acontecimiento. Una vez que se forma ese recuerdo, el conjunto de neuronas que componen el engrama tiene más probabilidades de dispararse. Además, las neuronas más excitables -es decir, las células cerebrales que se activan con facilidad- tienen más probabilidades de ser reclutadas en un engrama, por lo que si se aumenta la excitabilidad de determinadas neuronas, se las puede incluir preferentemente en un nuevo engrama.