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Detenidos en la frontera
condiciones de los centros de detención de inmigrantes 2021
La mayoría de los países de destino de la inmigración cuentan con centros de detención en los que retienen a los inmigrantes hasta que las autoridades de inmigración deciden concederles un visado y liberarlos o rechazan concederles un visado y los deportan a sus países de origen. Australia destaca por haber externalizado estos centros a islas remotas del Pacífico donde casi no hay posibilidad de que un migrante potencial pueda escapar a la población australiana en general, pero los centros de detención de la mayoría de los países se encuentran dentro de sus propias fronteras. Algunos países permiten la detención indefinida, mientras que otros establecen límites estrictos para el tiempo que una persona puede estar detenida. Dondequiera que estén, los centros de detención tienen una reputación de abusos de los derechos humanos que los respectivos gobiernos han encontrado difícil de sacudir.
estadísticas sobre la detención de inmigrantes
En Estados Unidos, una práctica similar comenzó a principios de los años 80 con los haitianos y cubanos detenidos en Guantánamo, y otros grupos como los chinos en cárceles y centros de detención en el continente. La práctica se hizo obligatoria por la legislación aprobada en 1996 en respuesta al atentado de Oklahoma City, y ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Human Rights First, todas las cuales han publicado importantes estudios sobre el tema, y la ACLU.[1] En 2010, había unos 31.000 no ciudadanos detenidos por motivos de inmigración en un día cualquiera,[2] incluidos niños, en más de 200 centros de detención, cárceles y prisiones de todo el país[3].
Durante los cinco años transcurridos entre 2003 y 2008, alrededor de 104[4] personas, en su mayoría jóvenes, murieron detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) o poco después, y la negligencia médica puede haber contribuido a 30 de esas muertes[5]. Por ejemplo, el 6 de agosto de 2008, la neoyorquina Hiu Lui Ng, de 34 años, murió detenida por el ICE[6] Los redactores de The New York Times condenaron la muerte e instaron a que se arreglara el sistema. [7] El ICE ha afirmado que el número de muertes per cápita en los centros de detención es drásticamente inferior para los detenidos del ICE que para la población penitenciaria y carcelaria de Estados Unidos, que proporcionan “la mejor asistencia sanitaria posible” y que el país en su conjunto está “experimentando una grave escasez de profesionales sanitarios cualificados”[8] En mayo de 2008, el Congreso comenzó a estudiar un proyecto de ley para establecer nuevas normas sobre la asistencia sanitaria a los inmigrantes detenidos[8].