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Asesinatos de los zetas
Número de víctimas de la masacre de allende
Washington, D.C., 18 de marzo de 2021 – Hace diez años, el municipio mexicano de Allende fue el escenario de una de las peores atrocidades contra los derechos humanos jamás vistas en el país: un alboroto de tres días que marcó una ola de violencia mayor en la que el grupo criminal de Los Zetas secuestró, asesinó y posteriormente quemó los cuerpos de hasta 300 víctimas, incinerando los restos hasta convertirlos en montones de cenizas, trozos de dientes y pequeños fragmentos de huesos.
El Archivo de Seguridad Nacional conmemora este lúgubre aniversario publicando una extensa historia probatoria de la masacre de Allende, centrada en documentos y testimonios clave de un expediente de 4.000 páginas de registros de investigación que los fiscales del estado de Coahuila sólo empezaron a recopilar casi tres años después de los hechos.
Los archivos describen una ciudad casi completamente en deuda con Los Zetas, desde la oficina del alcalde hasta los altos mandos de la policía y los policías de a pie. Los testigos describen con detalle gráfico cómo Los Zetas socavaron y criminalizaron a las fuerzas de seguridad pública de Allende, y cómo éstas participaron rutinariamente en secuestros, asesinatos y otros crímenes en nombre del grupo. Hasta la fecha, sólo un puñado de Zetas y funcionarios policiales corruptos han sido condenados en un caso que implica docenas de escenas del crimen, cientos de víctimas y la participación documentada de numerosos Zetas y funcionarios públicos.
Asesinatos del cártel de sinaloa
Era un sábado, alrededor de las 12:30 p.m. hora local, cuando una caravana de tres vehículos cargados con hombres bien armados y al menos una mujer inició un violento recorrido por Reynosa, una ciudad mexicana de unos 700.000 habitantes que limita con McAllen, Texas, y que sirve de importante centro para numerosos grupos criminales.
Según un relato detallado del medio de comunicación local Elefante Blanco, la caravana comenzó en la parte oriental de la ciudad, se detuvo y robó un coche, y luego continuó hasta un barrio cercano al centro de la ciudad donde comenzó la carnicería en serio.
Primero dispararon y mataron a siete hombres dentro de una casa. Luego se dirigieron a otro barrio y dispararon y mataron a otros dos hombres. A poca distancia, dispararon y mataron a otros dos hombres. Segundos después, dispararon y mataron a dos mujeres y un hombre de la misma familia y robaron el vehículo que conducían.
Una hora y 15 minutos después de que comenzara el alboroto, las autoridades locales se enfrentaron finalmente a al menos una parte de la caravana cerca del puente internacional Pharr-Reynosa, que conecta la ciudad con Estados Unidos. Se efectuaron disparos. Uno de los atacantes murió y otro fue capturado. Dentro de uno de los coches, las autoridades encontraron a dos mujeres atadas y amordazadas.
Asesinatos de los zetas 2010
Los máximos responsables del cártel de los Zetas secuestraron al ex narcotraficante en febrero de 2013, culpándolo de la pérdida de un cargamento de droga incautado por las fuerzas del orden estadounidenses y exigiendo dinero por su liberación. Al declarar el miércoles en un tribunal federal de San Antonio, el hombre dijo que los sicarios, o asesinos del cártel, lo retuvieron durante 13 días, llevándolo por la ciudad mexicana de Piedras Negras y sus alrededores, un lucrativo corredor de contrabando de drogas que limita con Eagle Pass.
De vez en cuando, declaró el hombre, sus captores le guiaban fuera del vehículo, le obligaban a arrodillarse en el suelo y le quitaban la venda de los ojos para que pudiera ver lo que le pasaría a él y a su familia si no pagaba. Una vez, cuando le quitaron la venda, había una familia de pie frente a él -una madre, un padre y su hija de 6 años- y un barril de metal con fuego cerca. Testificó que mientras otros sicarios agarraban a los padres por el pelo, obligándoles a mirar, Marciano Millán Vásquez, apodado “Chano”, utilizó un hacha para desmembrar a la niña mientras estaba viva. “Chano”, dijo, se rió mientras empezaba a arrojar sus restos al fuego antes de ordenar que se hiciera lo mismo con los padres. (Los fiscales y el juez del caso han pedido que no se nombre al testigo por temor a las represalias del cártel contra su familia).
Los zetas
El Cártel de Sinaloa (español: Cártel de Sinaloa),[43][44] también conocido como el CDS, la Organización Guzmán-Loera, el Cártel del Pacífico,[45] la Federación y la Alianza de la Sangre,[46][47][48][12] es un gran sindicato internacional de tráfico de drogas, lavado de dinero y crimen organizado establecido en México a finales de la década de 1980 como una de las diversas “plazas” que operaban bajo una organización predecesora conocida como el Cártel de Guadalajara. [49][50][42] Tiene su sede en la ciudad de Culiacán, Sinaloa,[51] y opera en muchas regiones del mundo, pero principalmente en los estados mexicanos de Sinaloa, Baja California, Durango, Sonora y Chihuahua. [46][4] También tiene una notable presencia en otras regiones de América Latina, así como en ciudades de Estados Unidos[6] El CDS se escindió parcialmente en 2008, cuando los hermanos Beltrán-Leyva se separaron del cártel. [42] La comunidad de inteligencia de los Estados Unidos considera en general que el cártel de Sinaloa es la organización de narcotráfico más poderosa del hemisferio occidental,[52][53] lo que lo convierte en una organización quizá más influyente y capaz que el infame cártel de Medellín de Colombia durante su época de esplendor[54] Se ha dicho en repetidas ocasiones que es una de las organizaciones criminales más fuertes del mundo e indiscutiblemente la más poderosa de México desde al menos