Que es la agricultura ecologica

La agricultura ecológica en alemania

La agricultura ecológica es una agricultura que da prioridad a los alimentos sanos, a los suelos sanos, a las plantas sanas y al medio ambiente sano, además de a la productividad de los cultivos. Los agricultores ecológicos utilizan insumos de fertilización biológica y prácticas de gestión como el cultivo de cobertura y la rotación de cultivos para mejorar la calidad del suelo y crear materia orgánica en él. Al aumentar la cantidad de materia orgánica en el suelo, los agricultores ecológicos mejoran la capacidad del suelo para absorber agua, reduciendo el impacto de las sequías y las inundaciones. La mejora de la materia orgánica del suelo también le ayuda a absorber y almacenar el carbono y otros nutrientes necesarios para que los cultivos crezcan sanos, que, a su vez, son más resistentes a los insectos y las enfermedades.

Los sistemas de producción ecológica no utilizan semillas modificadas genéticamente (MG), ni pesticidas o fertilizantes sintéticos. Algunas de las características esenciales de los sistemas ecológicos son el diseño y la aplicación de un plan de sistema ecológico que describa las prácticas utilizadas en la producción de cultivos y productos ganaderos; un sistema de registro detallado que haga un seguimiento de todos los productos desde el campo hasta el punto de venta; y el mantenimiento de zonas de amortiguación para evitar la contaminación involuntaria por productos químicos agrícolas sintéticos procedentes de campos convencionales adyacentes.

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Abordamos estas lagunas de conocimiento llevando a cabo un meta-análisis global que evalúa la media y la variabilidad de siete métricas de sostenibilidad a partir de estudios de comparación por pares de sistemas orgánicos y convencionales. Nuestro meta-análisis abarcó 61 tipos de cultivos en 6 continentes (Figura 1; Figura S1) para evaluar siete métricas de sostenibilidad: (i) abundancia biótica, (ii) riqueza biótica, (iii) carbono orgánico del suelo, (iv) reservas de carbono del suelo, (v) rendimiento de los cultivos, (vi) costes totales de producción y (vii) rentabilidad. También se evaluó la variación de cada métrica en función de los cultivos anuales frente a los perennes, el tipo de estudio (estación experimental frente a granja), el organismo de certificación (Estados Unidos frente a la Unión Europea) y el tipo de cultivo. En general, nuestro estudio muestra que la variabilidad de las métricas de salud de los ecosistemas y la producción de las granjas difiere entre los sistemas orgánicos y convencionales y revela áreas en las que los sistemas de producción intensiva ecológica deben mejorar para abordar mejor los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (ODS de la ONU; FAO et al., 2018).

Figura 1. Lugares de estudio para siete métricas de sostenibilidad: biodiversidad (abundancia y riqueza), carbono del suelo (carbono orgánico y reservas de carbono), rendimiento de los cultivos y rentabilidad (ratios beneficio/coste y costes de producción).

Tipos de agricultura ecológica

Desde 1990, el mercado de alimentos orgánicos y otros productos ha crecido rápidamente, alcanzando los 63 mil millones de dólares en todo el mundo en 2012[12]: 25 Esta demanda ha impulsado un aumento similar en las tierras de cultivo gestionadas orgánicamente que crecieron de 2001 a 2011 a una tasa compuesta del 8,9% anual[13]A partir de 2019, aproximadamente 72.300.000 hectáreas (179.000.000 de acres) en todo el mundo fueron cultivadas orgánicamente, lo que representa aproximadamente el 1,5% del total de las tierras agrícolas del mundo[14].

La agricultura se practicó durante miles de años sin el uso de productos químicos artificiales. Los fertilizantes artificiales se desarrollaron por primera vez a mediados del siglo XIX. Estos primeros fertilizantes eran baratos, potentes y fáciles de transportar a granel. En los años 40 se produjeron avances similares en el campo de los plaguicidas químicos, por lo que esta década se conoce como la “era de los plaguicidas”[15]. Estas nuevas técnicas agrícolas, aunque beneficiosas a corto plazo, tuvieron graves efectos secundarios a largo plazo, como la compactación del suelo, la erosión y la disminución de la fertilidad general del suelo, además de la preocupación por la salud debido a la entrada de productos químicos tóxicos en el suministro de alimentos[16].

Componentes de la agricultura ecológica

El control biológico o biocontrol es un método de control de plagas como insectos, ácaros, malas hierbas y enfermedades de las plantas mediante el uso de otros organismos[1] Se basa en la depredación, el parasitismo, la herbivoría u otros mecanismos naturales, pero normalmente también implica un papel de gestión humana activa. Puede ser un componente importante de los programas de gestión integrada de plagas (GIP).

Hay tres estrategias básicas para el control biológico de plagas: la clásica (importación), en la que se introduce un enemigo natural de una plaga con la esperanza de lograr su control; la inductiva (aumento), en la que se administra una gran población de enemigos naturales para un rápido control de la plaga; y la inoculativa (conservación), en la que se toman medidas para mantener a los enemigos naturales mediante su restablecimiento regular[2].

Los enemigos naturales de las plagas de insectos, también conocidos como agentes de control biológico, incluyen depredadores, parasitoides, patógenos y competidores. Los agentes de control biológico de las enfermedades de las plantas suelen denominarse antagonistas. Los agentes de control biológico de las malas hierbas incluyen depredadores de semillas, herbívoros y patógenos de plantas.