Contenidos
Bancos rescatados con dinero publico
Significado del rescate bancario
Un rescate se diferencia del término bail-in (acuñado en 2010), según el cual los tenedores de bonos o depositantes de las instituciones financieras de importancia sistémica mundial (G-SIFI) se ven obligados a participar en el proceso de recapitalización, pero los contribuyentes no. Algunos gobiernos también tienen la facultad de participar en el proceso de insolvencia: por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos intervino en el rescate de General Motors de 2009-2013[1] Un rescate puede evitar un proceso de insolvencia, pero no necesariamente. El término rescate es de origen marítimo y describe el acto de sacar el agua de un barco que se hunde utilizando un cubo[2][3].
Un rescate puede realizarse con fines de lucro, como cuando un nuevo inversor resucita una empresa en dificultades comprando sus acciones a precio de saldo, o con objetivos sociales, como cuando, hipotéticamente, un filántropo acaudalado reinventa una empresa de comida rápida no rentable para convertirla en una red de distribución de alimentos sin ánimo de lucro. Sin embargo, el uso común de la frase se produce cuando los recursos del gobierno se utilizan para apoyar a una empresa en quiebra, normalmente para evitar un problema mayor o un contagio financiero a otras partes de la economía.
Rescate bancario 2020
Un rescate se diferencia del término bail-in (acuñado en 2010), según el cual los tenedores de bonos o los depositantes de las instituciones financieras de importancia sistémica mundial (G-SIFI) se ven obligados a participar en el proceso de recapitalización, pero los contribuyentes no. Algunos gobiernos también tienen la facultad de participar en el proceso de insolvencia: por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos intervino en el rescate de General Motors de 2009-2013[1] Un rescate puede evitar un proceso de insolvencia, pero no necesariamente. El término rescate es de origen marítimo y describe el acto de sacar el agua de un barco que se hunde utilizando un cubo[2][3].
Un rescate puede realizarse con fines de lucro, como cuando un nuevo inversor resucita una empresa en dificultades comprando sus acciones a precio de saldo, o con objetivos sociales, como cuando, hipotéticamente, un filántropo acaudalado reinventa una empresa de comida rápida no rentable para convertirla en una red de distribución de alimentos sin ánimo de lucro. Sin embargo, el uso común de la frase se produce cuando los recursos del gobierno se utilizan para apoyar a una empresa en quiebra, normalmente para evitar un problema mayor o un contagio financiero a otras partes de la economía.
Qué empresas recibieron dinero de rescate en 2020
– Agencias de calificación – Las agencias de calificación como Standard and Poor’s están pagadas por los bancos (lo que supone un conflicto de intereses) y tienen una enorme influencia en la calificación de los valores. Durante la burbuja inmobiliaria, las agencias de calificación siguieron dando calificaciones de triple AAA a las hipotecas tóxicas. El Departamento de Justicia exige a Standard and Poor’s una indemnización de 5.000 millones de dólares por su participación en la falsificación de calificaciones.
– Blanqueo de dinero – Se ha demostrado que la división americana del banco HSBC blanqueó dinero para los cárteles mexicanos de la droga por valor de 881.000 millones de dólares, según el Departamento de Justicia. La sanción a este banco por corrupción flagrante fue de 1.900 millones de dólares y el New York Times se lamenta de que el HSBC era demasiado grande para acusarlo. Nadie va a la cárcel en un momento en el que a un negro desempleado le caen 10 años por robar en un minute mart.
– Apostar en contra – Tanto JP Morgan Chase como Goldman Sachs trabajaron con fondos de cobertura para apostar en contra de las hipotecas tóxicas después de que comenzara la crisis. Ganaron dinero vendiendo en corto la catástrofe financiera que habían creado. JP Morgan fue multado con 296,9 millones de dólares y Goldman Sachs con 550 millones de dólares por sus acciones.
Los rescates gubernamentales en la historia
El gobierno de Estados Unidos tiene un largo historial de liderar rescates económicos. La primera intervención importante se produjo durante el Pánico de 1792, cuando el Secretario del Tesoro Alexander Hamilton autorizó las compras para evitar el colapso del mercado de valores. Cuando las empresas privadas necesitan ser rescatadas, el gobierno suele estar dispuesto a evitar su ruina. En este artículo, examinamos seis casos del siglo pasado que han hecho necesaria la intervención del gobierno:
La Gran Depresión es el nombre que recibe el prolongado declive y estancamiento económico precipitado por el crack bursátil de 1929. Tras la elección del presidente Franklin D. Roosevelt en 1933, el gobierno promulgó una serie de programas de rescate que sentaron precedente, diseñados para aliviar a la población y a las empresas de la nación.
Cuando Roosevelt asumió el cargo, la tasa de desempleo se acercaba al 25%. Innumerables estadounidenses que perdieron sus empleos también perdieron sus casas. La población sin hogar creció, especialmente en las zonas urbanas. Para mantener a la gente en sus casas, el gobierno creó la Corporación de Préstamos para Propietarios de Viviendas (Home Owners’ Loan Corporation), que compraba las hipotecas impagadas de los bancos y las refinanciaba a tipos más bajos. El programa ayudó a un millón de familias a beneficiarse de tipos más bajos en las hipotecas refinanciadas. Como no existía un mercado secundario, el gobierno conservó las hipotecas hasta que fueron pagadas.