Funcion de la creatina

Creatina en polvo

La β-alanina (o beta-alanina) es un aminoácido beta de origen natural, que es un aminoácido en el que el grupo amino está unido al carbono β (es decir, el carbono que está a dos átomos del grupo carboxilato) en lugar del carbono α más habitual para la alanina (α-alanina). El nombre IUPAC de la β-alanina es ácido 3-aminopropanoico. A diferencia de su homóloga la α-alanina, la β-alanina no tiene estereocentro.

En cuanto a su biosíntesis, se forma por la degradación del dihidrouracilo y la carnosina. El éster etílico de la β-alanina es el éster etílico que se hidroliza dentro del organismo para formar β-alanina[4]. Se produce industrialmente por la reacción del amoníaco con la β-propiolactona[5].

Los residuos de β-alanina son escasos. Es un componente de los péptidos carnosina y anserina y también del ácido pantoténico (vitamina B5), que a su vez es un componente de la coenzima A. La β-alanina se metaboliza en ácido acético.

La β-alanina es el precursor limitante de la carnosina, es decir, los niveles de carnosina están limitados por la cantidad de β-alanina disponible, no por la histidina[6]. Se ha demostrado que la suplementación con β-alanina aumenta la concentración de carnosina en los músculos, disminuye la fatiga en los atletas y aumenta el trabajo muscular total realizado. [7] [8] La simple suplementación con carnosina no es tan eficaz como la suplementación con β-alanina sola, ya que la carnosina, cuando se toma por vía oral, se descompone durante la digestión en sus componentes, histidina y β-alanina. Por lo tanto, en peso, sólo un 40% de la dosis está disponible como β-alanina[6].

Efectos de la creatina

La creatina quinasa (CK), también conocida como creatina fosfocinasa (CPK) o fosfocreatina quinasa, es una enzima (EC 2.7.3.2) que se expresa en varios tejidos y tipos de células. La CK cataliza la conversión de la creatina y utiliza el trifosfato de adenosina (ATP) para crear fosfocreatina (PCr) y difosfato de adenosina (ADP). Esta reacción de la enzima CK es reversible y, por tanto, se puede generar ATP a partir de PCr y ADP.

En los tejidos y las células que consumen ATP rápidamente, especialmente el músculo esquelético, pero también el cerebro, las células fotorreceptoras de la retina, las células ciliadas del oído interno, los espermatozoides y el músculo liso, la PCr sirve como depósito de energía para la rápida amortiguación y regeneración de ATP in situ, así como para el transporte intracelular de energía mediante la lanzadera o circuito de PCr[2].

Clínicamente, la creatina quinasa se analiza en los análisis de sangre como marcador de daños en los tejidos ricos en CK, como en el infarto de miocardio (ataque al corazón), la rabdomiólisis (descomposición muscular grave), la distrofia muscular, las miositis autoinmunes y la lesión renal aguda[4].

Suplementos de creatina

La fosfocreatina, también conocida como fosfato de creatina (CP) o PCr (Pcr), es una molécula de creatina fosforilada que sirve como reserva rápidamente movilizable de fosfatos de alta energía en el músculo esquelético, el miocardio y el cerebro para reciclar el trifosfato de adenosina, la moneda energética de la célula.

En los riñones, la enzima AGAT cataliza la conversión de dos aminoácidos -la arginina y la glicina- en guanidinoacetato (también llamado glicociamina o GAA), que luego es transportado por la sangre hasta el hígado. La enzima GAMT añade un grupo metilo al GAA a partir del aminoácido metionina, formando creatina no fosforilada. A continuación, el hígado la libera en la sangre, donde se dirige principalmente a las células musculares (el 95% de la creatina del organismo se encuentra en los músculos) y, en menor medida, al cerebro, el corazón y el páncreas. Una vez dentro de las células, se transforma en fosfocreatina mediante el complejo enzimático creatina-cinasa.

La fosfocreatina es capaz de donar su grupo fosfato para convertir el difosfato de adenosina (ADP) en trifosfato de adenosina (ATP). Este proceso es un componente importante de los sistemas bioenergéticos de todos los vertebrados. Por ejemplo, aunque el cuerpo humano sólo produce 250 g de ATP al día, recicla todo su peso corporal en ATP cada día a través del fosfato de creatina.

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La creatina (/kriˈætɪnɪn/ o /kriˈætɪniːn/; del griego: κρέας, romanizado: kreas, lit.  ’carne’) es un producto de descomposición del fosfato de creatina procedente del metabolismo muscular y proteico. El cuerpo lo libera a un ritmo constante (dependiendo de la masa muscular)[3][4].

La creatinina sérica (medida en sangre) es un importante indicador de la salud de los riñones porque es un subproducto del metabolismo muscular fácil de medir y que los riñones excretan sin cambios. La creatinina se produce[5] a través de un sistema biológico en el que intervienen la creatina, la fosfocreatina (también conocida como fosfato de creatina) y el trifosfato de adenosina (ATP, el suministro energético inmediato del cuerpo).

La creatina se sintetiza principalmente en el hígado a partir de la metilación de la glicociamina (acetato de guanidino, sintetizado en el riñón a partir de los aminoácidos arginina y glicina) por la S-adenosilmetionina. A continuación, se transporta por la sangre a los demás órganos, el músculo y el cerebro, donde, mediante la fosforilación, se convierte en el compuesto de alta energía fosfocreatina[6] La conversión de la creatina en fosfocreatina está catalizada por la creatina quinasa; durante la reacción se produce la formación espontánea de creatinina[7].