Santa teresa de jesus biografia resumida

la vida de santa teresa de ávila por sí misma resumen

Nacida durante el reinado de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, Teresa vio, bajo Carlos V, el momento de mayor prosperidad de Castilla. Bajo Felipe II, fue testigo de las luchas de su rey contra los rebeldes protestantes y moriscos, contra los holandeses en el norte y los turcos en el Mediterráneo, por no hablar de las muchas otras actividades de Felipe en Europa, Asia, África y el Nuevo Mundo.

Los biógrafos han dado a la posteridad una descripción detallada de Teresa de Ahumada. Era de mediana estatura y tendía a ser más regordeta que delgada. Su inusual rostro no podía describirse ni como redondo ni como aguileño; la piel era blanca y las mejillas de color carne. Su frente era amplia y sus cejas algo gruesas, de color marrón oscuro con un matiz rojizo. Sus ojos eran negros, vivos y redondos, no muy grandes, pero bien colocados y sobresaliendo un poco. La nariz era pequeña, la boca de tamaño medio y de forma delicada, y su barbilla estaba bien proporcionada. Los dientes blancos brillaban y eran de igual tamaño. Tres lunares diminutos, considerados muy ornamentales en aquella época, añadían más gracia a su aspecto; uno debajo del centro de la nariz, el segundo sobre el lado izquierdo de la boca, el tercero debajo de la boca en el mismo lado. Su cabello era de un negro brillante y suavemente rizado.

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Teresa de Ávila (nacida Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada; 28 de marzo de 1515 – 4 o 15 de octubre de 1582[a]), también llamada Santa Teresa de Jesús, fue una noble española llamada a la vida conventual en la Iglesia católica. Monja carmelita, destacada mística española, reformadora religiosa, escritora, teóloga de la vida contemplativa y de la oración mental, obtuvo la rara distinción de ser declarada Doctora de la Iglesia, pero no hasta más de cuatro siglos después de su muerte[b] Activa durante la Reforma Católica, reformó las Órdenes Carmelitas tanto de mujeres como de hombres[5] Al movimiento que ella inició se unió más tarde el fraile carmelita español más joven y místico Juan de la Cruz. Este movimiento condujo a la creación de los Carmelitas Descalzos. En 1580 se promulgó un decreto papal que aprobaba la separación de la antigua orden[6].

Teresa, que había sido una celebridad social en su provincia natal, se vio afectada por pérdidas familiares tempranas y por la mala salud. En su madurez, se convirtió en la figura central de un movimiento de renovación espiritual y monástica nacido de una convicción interior y perfeccionado por la práctica ascética. También estuvo en el centro de una profunda controversia eclesiástica al enfrentarse a la laxitud generalizada en su orden en el contexto de la reforma protestante que se extendía por Europa y la Inquisición española que imponía la disciplina eclesiástica en su país. Las consecuencias se prolongaron más allá de su vida. Un legado papal la describió como una “femina inquieta, desobediente y obstinada que, bajo el título de devoción, inventaba malas doctrinas, moviéndose fuera del claustro en contra de las reglas del Concilio de Trento y de sus prelados; enseñando como maestra en contra de las órdenes de San Pablo de que las mujeres no debían enseñar”[7].

ávila

Teresa de Ávila nació como Teresa Ali Fatim Corella Sánchez de Capeda y Ahumada en Ávila, España. Menos de veinte años antes de que Teresa naciera, en 1515, Colón abrió el hemisferio occidental a la colonización europea. Dos años después de su nacimiento, Lutero inició la Reforma Protestante. De todo este cambio surgió Teresa señalando el camino de la agitación exterior a la paz interior.

El padre de Teresa era rígidamente honesto y piadoso, pero puede haber llevado su rigor al extremo. A la madre de Teresa le encantaban las novelas románticas, pero como su marido se oponía a estos libros de fantasía, le ocultaba los libros. Esto puso a Teresa en el medio, especialmente porque a ella también le gustaban los romances. Su padre le dijo que nunca mintiera pero su madre le dijo que no se lo dijera a su padre. Más tarde dijo que siempre tuvo miedo de que, hiciera lo que hiciera, todo le saliera mal.

Cuando tenía siete años, convenció a su hermano mayor de que debían “ir a la tierra de los moros y rogarles, por amor a Dios, que nos cortaran la cabeza allí”. Llegaron hasta la carretera de la ciudad antes de que un tío los encontrara y los trajera de vuelta. Algunas personas han utilizado esta historia como un ejemplo temprano de santidad, pero esta autora cree que es mejor utilizarla como un ejemplo temprano de su capacidad para provocar problemas.

el camino de la perfección

Teresa de Ávila Teresa de Ávila (1515-1582) fue una monja española que fundó las Carmelitas Descalzas, una orden dedicada a la oración tranquila, la pobreza y la austeridad. Es conocida por su práctica de la oración mental y las visiones y voces interiores que experimentaba. Los libros de Teresa sobre espiritualidad se consideran clásicos dentro de la Iglesia Católica.

Teresa de Ávila es más conocida por sus experiencias místicas. Sin embargo, ella creía que su oración silenciosa era una experiencia superior. A lo largo de su vida, Teresa combinó un estilo de vida contemplativo con las actividades de la vida cotidiana.

Teresa de Ávila nació como Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada el 28 de marzo de 1515 en Ávila, España. Su padre, Alonso de Cepeda, tenía tres hijos de un matrimonio anterior. La familia era rica, pero el padre de Alonso de Cepeda había sido un converso, o judío secreto, durante la Inquisición. Por lo tanto, la familia carecía del estatus social de las personas de origen racial “puro”. La madre de Teresa, Beatriz de Ahumada, tuvo diez hijos y murió al dar a luz cuando Teresa tenía 13 años.