María de austria velázquez

viejo desnudo al sol

Mariana había sido prometida a su primo hermano, el príncipe Baltasar Carlos. Murió en 1646 a los dieciséis años, y en 1649 se casó con su tío, el padre de Baltasar Carlos, Felipe IV, que buscaba su mano para preservar la hegemonía de la dinastía de los Habsburgo[A] Se convirtió en reina consorte al casarse y, tras la muerte de su marido en septiembre de 1665, en regente durante la minoría de edad de su hijo, Carlos II, hasta que éste alcanzó la mayoría de edad en 1675. Debido a la debilidad física de Carlos, dominó la vida política de España hasta su muerte en 1696.

Velázquez completó una serie de retratos de la familia real española en la década de 1650[2]. Los cuadros se caracterizan por el énfasis en los tonos brillantes sobre fondos oscuros, los tocados extravagantes y los vestidos amplios a la moda. La serie culmina con Las Meninas de 1656, que incluye a Mariana y, en el centro, a su hija la infanta Margarita Teresa. Se conservan tres versiones de cuerpo entero del Retrato de Mariana de Austria, así como variantes de medio cuerpo. Se sabe que la versión que se encuentra en el Museo del Prado es la original, ya que ha estado en la colección real española desde su finalización. Su fecha se basa en una descripción coincidente de un lienzo enviado a Fernando en Viena el 15 de diciembre de 1651[3][B].

wikipedia

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felipe iv de españa

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danaë and the shower of gold

She was the daughter of Philip III and Margaret of Austria, their second daughter of this name, since the previous one died shortly after her birth. Her godparents at her baptism were her sister Ana and the Duke of Lerma. Her youth was spent at the court of her brother Philip IV due to the successive deaths of her mother from childbirth, soon followed by that of King Philip III, who could not bear the grief.

Nevertheless, and despite all this, the engagement capitulations were signed on July 30, 1623, but it was established that Mary would not go to England until the following spring, to allow time for the Pope to consent to the marriage. Everything was going ahead, although possibly no one was confident that what had been agreed would be fulfilled. On September 7 Charles swore to fulfill what had been agreed and two days later, not very happy, began his return trip. He felt that in Madrid he had not received attention to his requests and the recognition he deserved, in spite of all the festivities and celebrations in his honor that he had been the object of. Carlos felt a strong rejection for his religious beliefs, which had given rise to strong pressures and that during his stay, attempts had even been made to convert him to Catholicism against his will.