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El Tribunal Supremo español ha exonerado este jueves (1 de marzo) a una joven condenada en 2017 a un año de prisión y siete de inhabilitación absoluta por tuitear varios chistes sobre un ex presidente del Gobierno asesinado en un atentado en 1973 por los separatistas vascos.

Cassandra Vera tenía 18 años cuando escribió los primeros tuits burlándose de la muerte del almirante Luis Carrero Blanco, que había sido primer ministro durante la dictadura militar del país.    Fue declarada culpable del delito de enaltecimiento del terrorismo por la Audiencia Nacional, en una polémica sentencia del 30 de marzo de 2017.

Hasta entonces, Franco había ostentado los títulos de primer ministro y de jefe de Estado, ya que el “Generalísimo” había concentrado todo el poder político en sus manos tras encabezar la rebelión militar contra el gobierno legítimo de la Segunda República, que desembocó en la Guerra Civil española (1936-39).

Sin embargo, Vera fue señalado por la justicia tras publicar 12 tuits entre 2013 y 15, que poco diferían de la actitud indiferente que prevalece ante el asesinato de un nacionalista ultracatólico de línea dura que había supervisado la vasta represión estatal contra cualquier disidente del régimen.

intento de asesinato de franco

El caso Cassandra fue un caso judicial español contra Cassandra Vera Paz (nacida el 3 de noviembre de 1995). Paz fue acusada en 2016 de injurias a las víctimas del terrorismo tras publicar una serie de tuits en los que se burlaba del asesinato franquista de Luis Carrero Blanco. En 2017, la Audiencia Nacional la condenó a un año de prisión más una pena de siete años de inhabilitación absoluta, que inhabilita a un condenado para ejercer un cargo o empleo público, y le inhabilita para obtener subvenciones, becas o cualquier ayuda pública. La sentencia fue revocada en 2018 por el Tribunal Supremo de España, consideró que repetir chistes conocidos sobre un atentado ocurrido hace 44 años, sobre el que “se han hecho infinidad de chistes”, sin ningún comentario vejatorio hacia la víctima, “es social e incluso moralmente reprobable en cuanto a la burla de una grave tragedia humana”, pero “una sanción penal no es proporcionada.” El tribunal también tuvo en cuenta la edad de Vera -18 años- en el momento de publicar los tuits[1].

asesinatos de eta

El abogado Arkaitz Terrón dice que fue “tratado como un terrorista” por nueve tuits, incluido un chiste sobre el asesinato por ETA en 1973 de Luis Carrero Blanco, presidente de gobierno durante la dictadura de Franco.

El miembro de Avanguardia Nazionale Mario Ricci participó en el asesinato de Argala en 1978, el etarra que había participado, cinco años antes, en el asesinato del primer ministro de Francisco Franco, Luis Carrero Blanco.

Entre las personas que salieron en defensa de Cassandra se encontraba la sobrina de Luis Carrero Blanco, que dijo tener “miedo de una sociedad en la que la libertad de expresión, por muy lamentable que sea, puede llevar a la cárcel”.

Una de las personas que salieron en defensa de Cassandra fue una sobrina de Luis Carrero Blanco, que dijo: “Me asusta una sociedad en la que la libertad de expresión, por lamentable que sea, pueda acarrear penas de cárcel”.

Este sistema se implantó plenamente en 1973, cuando Franco nombró presidente del Gobierno a Luis Carrero Blanco (que fue asesinado por ETA tras varios meses en el cargo, y fue sustituido por Carlos Arias Navarro).

arriba con españa arriba con franco aún más alto que carrero blanco

El caso Cassandra (en español: Caso Cassandra) fue una causa judicial española contra Cassandra Vera Paz (nacida el 3 de noviembre de 1995). Paz fue acusada en 2016 de injurias a las víctimas del terrorismo tras publicar una serie de tuits en los que se burlaba del asesinato franquista de Luis Carrero Blanco. En 2017, la Audiencia Nacional la condenó a un año de prisión más una pena de siete años de inhabilitación absoluta, que inhabilita a un condenado para ejercer un cargo o empleo público, y le inhabilita para obtener subvenciones, becas o cualquier ayuda pública. La sentencia fue revocada en 2018 por el Tribunal Supremo de España, consideró que repetir chistes conocidos sobre un atentado ocurrido hace 44 años, sobre el que “se han hecho infinidad de chistes”, sin ninguna commen